La adolescencia se caracteriza por esa etapa en la que el adolescente esta reafirmando su identidad y empieza a trazar un camino más visible hacía sus objetivos personales y profesionales, sin embargo, el constante estrés escolar y personal así como la ansiedad y cambios sociales significativos pueden provocar cambios de ánimo, provocando que el adolescente sufra de depresión o se acerque a diversas vías de “escape” para evadir su realidad, esto puede influir en el consumo de alcohol, tabaco o drogas ilegales, generando una posible adicción en una de las etapas de crecimiento más importantes para tu hijo.
En este blog, te brindaremos las herramientas necesarias para identificar y prevenir las adicciones en tus hijos y mantengan un crecimiento integral con hábitos saludables y positivos.
Factores de riesgo: Explorando elementos que puedan conducir a adicciones en la adolescencia
Para un adolescente que se encuentre en una situación vulnerable, es más propenso a caer en alguna adicción y existen diversos factores que ponen en riesgo la integridad de tu hijo, algunos de estos son:
- Factores psicológicos: Si tu hijo se encuentra en algún estado de depresión, ansiedad o problemas de atención e hiperactividad son factores que aumentan la vulnerabilidad del adolescente para caer en un problema de adicción. La dificultad para lidiar con las emociones o el estrés diario provocan que tu hijo busque alivio y relajación en sustancias o comportamientos adictivos que le ayuden a escapar de su realidad y entorno.
- Factores sociales: En este proceso en el que tu hijo reafirma su identidad y la presión por pertenecer a diversos grupos sociales en los cuales no siempre se encuentran las mejores influencias, el consumo de alcohol y drogas es una prueba por demostrar que se puede pertenecer a dicho grupo y cubrir la necesidad de experimentar con dichas sustancias.
- Factores ambientales: Experiencias traumáticas o estresantes como el divorcio de los padres o el fallecimiento de un ser querido son algunos ejemplos de factores ambientales en los que se desarrolla el adolescente. Esto no solo puede provocar el deseo de sumergirse en ámbitos adictivos, sino que también afecten emocionalmente a tu hijo, y sea uno de los factores más influyentes para el acercamiento a actividades adictivas.
Es importante mencionar que estos factores de riesgo no garantizan que tu hijo pueda desarrollar alguna adicción, pero sí que puede aumentar su vulnerabilidad. Estos factores pueden ayudarte como madre o padre para tener un posible contexto en el que tu hijo se esté desarrollando y que situaciones de riesgo pueden influir en la vulnerabilidad de alguna adicción.
Señales de alerta ante posibles adicciones en adolescentes
Si bien, ya mencionamos los posibles factores que pueden provocar que tu hijo se exponga a situaciones de adicción, también es posible identificar en su comportamiento si la situación ya está ocurriendo, algunos casos claros son:
- Cambios en su estado de ánimo: En caso de lidiar con alguna adicción, tu hijo podría presentar irritabilidad, agresión o podría encontrarse en un estado retraído y pasar de la euforia a la tristeza en varios momentos del día.
- Problemas en sus actividades diarias y/o escuela: El bajo rendimiento tanto en sus actividades diarias como en la escuela son señales de que ocurre un serio problema con el adolescente al bajar drásticamente su desempeño diario sin mostrar signos de alguna enfermedad.
- Descuido de la apariencia personal e higiene: Esta es una señal muy visible de algún problema de adicciones si tu hijo deja de prestar atención en su aspecto físico e higiene personal. Cambios drásticos de peso también es una alerta de posibles adicciones.
- Cambios en las relaciones sociales: Si detectas que tu hijo ha cambiado de amistades o frecuenta mucho a personas que pueden poner en riesgo su integridad, es importante abordar el tema, pues como mencionamos anteriormente, las relaciones sociales influyen mucho en que el adolescente pueda experimentar alguna adicción.
Gran parte de los adolescentes que se encuentran en este tipo de situaciones, niegan o minimizan el problema al justificarlo o incluso esconder la situación, es por esa razón que la comunicación debe ser vital para abordar el tema con tu hijo.
Herramientas para prevenir las adicciones
El pilar fundamental para que tu hijo no sufra algún problema de adicción es la comunicación abierta donde el pueda exponer sus problemas sin temor a ser juzgado o reprendido por las acciones que exponga y estar abiertos a diferentes canales de comunicación donde le sea más fácil exponer la situación.
Como madre o padre, también puedes prevenir de diversas formas que tu hijo se involucre en las adicciones y el primer paso es aprender sobre estas. Si bien el consumo excesivo de alcohol, tabaco y/o sustancias ilegales son el tipo más común de adicción, hoy en día, la era digital también es un riesgo para los y las adolescentes que usan de manera excesiva las redes sociales, desconectándose del mundo real y perderse por horas en las redes sociales.
Para evitar esta situación, es importante establecer límites y tiempos en redes sociales y supervisar el contenido que consumen y sobre todo, cómo lo consumen, respetando siempre su espacio para evitar conflictos entre padres e hijos.
Promover el autocuidado y hábitos saludables como el ejercicio, actividades extracurriculares y una sana alimentación son factores que influyen de manera positiva en tu hijo, fomentando actividades positivas en tu hijo y lo aleje de situaciones de riesgo.
Por último, abordar el estrés y ansiedad desde una perspectiva abierta. Con una comunicación sana, tu hijo podrá exponer sus emociones sin sentirse juzgado y/o abrumado. Es importante demostrarle que esas emociones son válidas y atenderlas ayudará a que pueda enfrentar los retos diarios con una mejor inteligencia emocional y no caer en problemas emocionales que lo acerquen a las adicciones.
Si tu hijo/a tiene problemas de cualquier adicción, es importante acercarse con algún profesional y solicitar ayuda para combatir este problema, así como los factores que detonaron esta situación. Un desarrollo integral es vital para los adolescentes y su continuo crecimiento personal y académico.