5 Claves para una relación sana y cercana con tu hijo adolescente

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La adolescencia es una etapa fundamental en la vida de todo joven, en la que la relación entre padres e hijos es esencial para ayudarles a desarrollarse como personas independientes.

Para lograr que esta relación sea sana y cercana, tú como padre o madre debes esforzarte por comprender, escuchar y acompañar a tu hijo o hija durante esta etapa.

Sabemos que en primera instancia puede parecer retador porque durante la adolescencia los y las jóvenes son rebeldes e impredecibles, pero precisamente por eso, preparamos este artículo donde encontrarás acciones claves que puedes poner en práctica para construir una relación sana con tu hijo o hija.

Claves:

  1. Establece Límites
  2. Respeta sus opiniones
  3. Escucha activamente
  4. Mantén la comunicación
  5. Dale privacidad
Establece límites

1. Establece límites

Aunque la relación entre padres, madres e hijos adolescentes debe ser positiva y basada en el amor, no significa que estará exenta de reglas y que no requiera un nivel de rigidez y exigencia; la clave está en el equilibrio.

Por ello, es importante que establezcas reglas para garantizar la seguridad de tu hijo o hija y al mismo tiempo ayudarle a comprender cuáles son los límites aceptables de comportamiento, responsabilidades y actividades.

Debes comunicarle estas reglas con claridad, y explicarle las razones de cada una para que entienda qué está permitido y qué no.

De igual forma, deberás respetar los límites que establezcan durante esta negociación, pues en la adolescencia también es fundamental que respetes su privacidad.  

Por ejemplo, uno de los problemas más comunes entre padres e hijos adolescentes es que durante esta etapa quieren tener mayor libertad, mientras que tú quieres que cumpla con sus responsabilidades, ya sea en casa o en la escuela.  

En estos casos, es importante que establezcas límites respecto a horarios, tiempo de ocio y de estudio, e incluso, movilidad, pues en esta edad quieren desplazarse solos a cualquier lado debido a que su visión de seguridad es diferente a la tuya.

No se trata de ser permisivos ni de restringir todo, sino de encontrar un equilibrio y llegar a acuerdos, pues esto le ayudará a tu hijo o hija a entender su grado de responsabilidad y a desarrollar mayor independencia sin poner en riesgo su integridad.

2. Respeta sus opiniones

Es importante respetar el punto de vista de tu hijo o hija, aunque no estés de acuerdo con él. Esto no significa que le vayas a dar la razón; se trata de que muestres apertura y valores sus opiniones.

Evita minimizar lo que piensa y basar tus razones en tu experiencia o en tu rol como padre o madre; mejor fomenta el intercambio de opiniones y argumenta tu punto de vista manifestando tu sentir.

Darle voz a los adolescentes es una forma de ayudarles a desarrollar habilidades sociales, emocionales y de pensamiento crítico; y a que aprendan a lidiar con sus propias decisiones.

Además, es una forma de demostrar respeto y amor; dos aspectos fundamentales para tener una relación sana con tu hijo o hija.

3. Escucha activamente

Durante la adolescencia los y las jóvenes experimentan una gran cantidad de cambios emocionales, desde la angustia a la ansiedad, pasando por la confusión, la sensación de culpa y la necesidad de independencia.

Por eso, para construir una relación sana y cercana con tu hijo o hija adolescente, debes escuchar activamente.

Esto significa no solo prestar atención a lo que dice, sino también al lenguaje no verbal, como su tono y su postura.

Prestando atención a estos aspectos y apoyándote de recursos para mejorar la comunicación con tu hijo o hija, le ayudarás a que se sienta escuchado(a) y entendido(a).

Mantén la comunicación

4. Mantén la comunicación

Otro de los problemas entre padres e hijos es la falta de comunicación debido a que en la adolescencia evitan compartir sus sentimientos y establecen barreras para que los padres no se involucren en su vida.

Por ello te recomendamos crear un espacio seguro donde se sienta libre y en confianza para comunicar sus sentimientos.

Ya sea a la hora de la cena o al salir juntos de paseo, lo importante es que aproveches alguna ocasión informal para que te platique sobre sus preocupaciones, retos, dudas, etc.; mientras tú escuchas con atención, muestras empatía y brindas tu opinión o estableces los límites correspondientes, en caso de ser necesario.

5. Dale privacidad

Uno de los principales aspectos que perjudican la relación entre padres e hijos adolescentes es la invasión a su espacio.

Sin embargo, la privacidad es esencial para la identidad, autonomía y mejorar la calidad de vida de los y las adolescentes, porque les brinda libertad para explorar sus intereses y desarrollar sus habilidades sin temor a ser juzgados.

Si tu hijo o hija tiene su propio espacio (como su recámara), podrá experimentar nuevas formas de relacionarse con los demás, así como un mayor sentido de seguridad y confianza.

Acompaña a tu hijo(a) en su adolescencia con una relación sana

Si bien al principio puede parecer difícil comprender los cambios físicos y emocionales que inevitablemente experimentan los y las jóvenes durante la adolescencia, tu apoyo es crucial para facilitar su transición a esta etapa de vida.

Hoy en día existen numerosos recursos y fuentes de información de las que te puedes apoyar para acompañar a tu hijo o hija durante esta etapa, informándote sobre los cambios que experimentan en la adolescencia y las prácticas que puedes llevar a cabo para brindarle la educación y ayuda que necesita para desarrollarse adecuadamente.

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